En Pyongyang, la capital de Corea del Norte, el Hotel Ryugyong iba a ser el hotel más alto del mundo. En los regímenes dictatoriales, los edificios monumentales cumplen un propósito importante: enfatizan la pretensión de poder del gobierno. Sin embargo, el sueño de un palacio de propaganda fracasó. Pero, ¿cómo surgió? ¡Descubra más aquí!